lunes, 21 de marzo de 2011

Lucidez


Cada santo le reza a su propia paranoia,
anoche cené ritmos ajenos
de un canto que se escabullía
por las alcantarillas…
Dije una injuria al tiempo
y seguí peinando viejas rimas

Reluciente el cenicero que dejaste conversando
ahora me cuenta las notas de tus despistes…
pueda que en alguna cantina
salte una coma faltante
de este mono-dialogo lleno de tú

Prosa arcaica que se quedo en los puchos
y una forma queda atascada en mi garganta…
Caminando con los pelos desorbitados
encontré una corrección enredando mis horquillas,
Deduje la sentencia de un lector
y pase las manos por hojas marchitas

Chuequeando mis pasos
podre gritar el beodo argumento
que se llevó a un dictador…
Así musitando una canción
recorro las distancias sin tropezar…

1 comentario:

  1. Esto me ha recordado mis tiempos poéticos, por decirlo de alguna manera. Tenía mucha facilidad, pero hace años que no escribo poesía.

    He tenido algo de dificultad para entender algunas palabras que no se usan en español, pero me ha gustado.

    Yo no soy santa, ni rezo a mi propia paranoia, pero hago algo peor: rezo a algo que ni siquiera sé si existe realmente, a una fuerza. En fin, estaré loca jaja.

    ResponderEliminar