En el rincón humano
hay alguien que sueña,
que piensa en el mañana.
Entonces, esboza una sonrisa
En las costras purulentas,
hay una célula que lucha
contra la gangrena que infecta la piel.
Entonces, da ganas de vivir
con la vida en la punta de sus dedos…
ya no duele el aire que se respira
En un punto del lunar
hay una miseria que alguien repara.
Aún queda una semilla que germina.
Una lagrima que riega los surcos
Una mano que abre el camino
solo así no palpita el corazón por inercia
En alguna parte de este racimo de rosas
existe un clavel consolando con su aroma.
En todo esto que decae
hay un ladrillo que renueva.
